Bagdad / Washington 05 ene - Alrededor de 120 iraquíes murieron el jueves, la mayoría en
atentados suicida en la chiíta Kerbala y la sunita Ramadi, lo que llevó a los
dirigentes políticos de Bagdad a denunciar una campaña de terror vinculada con
las elecciones.
También se reportó la muerte de siete soldados estadounidenses.
No obstante, el presidente de Estados Unidos
rodeado también por el vicepresidente, Dick Cheney; la secretaria de Estado,
Condoleezza Rice, y el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, se
mostró optimista una vez más sobre los "progresos" realizados hasta ahora y
decidido a mantener su política en este ámbito.
En Washington, durante una "ronda de propuestas", la Casa
Blanca invitó a ex secretarios de los departamentos de Estado y Defensa
de los partidos Demócrata y Republicano para esccuchar "consejos y sugerencias".
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