domingo, febrero 12, 2006

Morales califica de "chantaje" el recorte de ayuda militar de EEUU

LA PAZ (AFP) - El presidente boliviano, Evo Morales, calificó de "chantaje" un inminente recorte del 96% de la ayuda militar de EEUU por la negativa de los legisladores del país andino de dar inmunidad a soldados estadounidenses y exonerarlos de procesos en la Corte Penal Internacional (CPI).

"¿Chantajearnos, Estados Unidos? La vida, la dignidad de los bolivianos no cuesta un millón de dólares", proclamó Morales al inaugurar el sábado un congreso de los sindicatos de cocaleros del Chapare (centro del país).

Un diario estadounidense reveló la semana pasada que la administración del presidente George W. Bush decidió recortar en un 96% --de los actuales 1,7 millones de dólares a 70.000 dólares-- la ayuda anual a los militares bolivianos.

El pedido de Estados Unidos para que Bolivia no ratifique el artículo 98 de la legislación de la CPI fue bien acogido en 2003 por el ex mandatario liberal Gonzalo Sánchez de Lozada, que acordó con Washington no suscribirlo a pesar de que Bolivia cuenta en el tribunal internacional con un representante.

La mayoría oficialista del senado aprobó también ese acuerdo bilateral, que sin embargo quedó trabado en la cámara de diputados, donde el partido de Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS), se opuso.

Con una bancada parlamentaria mayoritaria tras su contundente triunfo electoral en diciembre del año pasado, el MAS se propone ahora archivar definitivamente el proyecto.

"¿Ustedes pueden permitir que los parlamentarios ratifiquen el tratado de inmunidad?", cuestionó Morales a los cocaleros. Un imponente "no" fue la respuesta.

"¿Cómo es posible que nos metan miedo, nos asusten con cortar la ayuda para que aprobemos y tengan inmunidad? ¿Qué significa eso?", protestó el gobernante.

La cooperación estadounidense estaba orientada al área de capacitación y para tareas antidroga de las unidades militares, dijo el ex comandante de las Fuerzas Armadas, almirante Jorge Zabala, a un diario local.

La decisión de la Casa Blanca ocurre en momentos en que los poderosos sindicatos de cocaleros --de donde saltó Morales a la política y luego a la presidencia de Bolivia-- definen un nuevo plan de autorregulación de cocales, las parcelas de tierra cultivada con hoja de coca, lo que tradicionalmente guió Estados Unidos.

Washington financió en las últimas dos décadas inflexibles programas de destrucción total de cocales que fracasaron sucesivamente, según rememoró Morales la víspera.

Entre 1997 y 2002, Estados Unidos alentó la destrucción de 60 mil hectáreas de coca en la región del Chapare, con saldo de un centenar de muertos.

Con un nuevo enfoque, el gobernante llamó a los cocaleros a contribuir a la lucha contra el narcotráfico y a mantener un máximo de un área limitada de 1.600 m2 de plantaciones de la hoja por familia.

Las seis federaciones sindicales de coca del Chapare albergan a unas 36.000 familias cocaleras, según censos propios.

Morales plantea además, para disgusto de Washington, la despenalización internacional de la coca, lo que respalda también el secretario general de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el peruano Alan Wagner.

En plena etapa de definiciones, Estados Unidos anunció para este año y el próximo drásticos recortes de la ayuda antidroga, a lo que Morales se opuso.

"Quiero pedir al gobierno de Estados Unidos revisar su posición" y que "apostemos juntos por narcotráfico cero", propuso.

Estados Unidos entregó en 2005 cerca de 91 millones de dólares de ayuda, pero se propone reducirla en 2007 a sólo 67 millones, según una propuesta enviada por el presidente George Bush al Congreso de su país.

Morales propuso en cambio "al gobierno de Estados Unidos una alianza estratégica, seria, responsable para buscar una lucha efectiva contra el narcotráfico".

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