Londres, 12 feb (PL) Estados Unidos planea bombardear instalaciones nucleares iraníes, en caso de lo que consideraría un fracaso de la diplomacia en la controversia de Occidente con Teherán, indica hoy el dominical británico Sunday Telegraph.
De acuerdo con esa publicación, expertos del Pentágono y Estado Mayor norteamericanos elaboran escenarios para agredir a la República Islámica, mediante el uso de bombardeos estratégicos B-2, basificados en Missouri, que serían reabastecidos en vuelo.
Esas naves aéreas, con capacidad para portar hasta 40 mil libras de bombas de precisión, incluidas las perforadoras de bunker, serían apoyadas por cohetes balísticos, lanzados desde submarinos.
Al respecto, el rotativo recuerda que el presidente estadounidense, George W. Bush, ordenó agregar en los próximos dos años armas convencionales a los sumergibles nucleares Trident.
Esos submarinos también participarían en esa eventual operación militar, en caso de que estén listos para entonces.
Tales planes van mucho más allá de ser un análisis normal de programas de contingencia militar, destaca el dominical. Esto cobró mayor urgencia en los últimos meses, apunta.
Sunday Telegraph considera que la perspectiva de una acción bélica norteamericana pone en posición incómoda a Londres, pues teme que ello desate una ola de violencia en el Medio Oriente y de represalias por parte de Occidente, sin mayores resultados.
Washington nunca descartó completamente la posibilidad de emplear la fuerza contra Teherán, al que acusa de desarrollar el arma atómica, argumento rechazado por la República Islámica, la cual defiende el derecho al empleo pacífico de esa energía.
El rotativo recuerda que las autoridades iraníes diseminaron sus instalaciones nucleares por todo el país y algunas de ellas fueron construidas de forma subterránea.
La Casa Blanca creó, artificialmente, el diferendo sobre al programa atómico del país asiático, al proferir las citadas acusaciones y presionar al Consejo de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a condenar a Irán.
Ese órgano ejecutivo de la OIEA, formado por 35 estados, aprobó por mayoría, sin el habitual consenso de sus decisiones, una resolución presentada por Francia, Alemania y Gran Bretaña, para llevar el caso iraní ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Teherán llegó a amenazar la víspera sobre la posibilidad de revisar sus relaciones con la entidad de salvaguarda nuclear, si el programa atómico de su país era llevado al Consejo de Seguridad.
Sin embargo, el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Hamid Reza Asefi, aclaró que el presidente de su país, Mahmud Ahmadineyad, fue mal interpretado.
El vocero explicó que la política de Irán se basa en utilizar la energía nuclear con fines pacíficos. Ahmadineyad quiso decir, subrayó, que de ninguna forma Occidente debe cerrar todas las puertas a Irán y llamó a solucionar la crisis mediante el diálogo.
Las declaraciones de las autoridades iraníes coinciden con la visita de un equipo de expertos de la OIEA a Teherán.
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