La propiedad

Una de las características de las que se reviste un científico al estudiar la historia de la humanidad es la curiosidad. Debido a ella muchos sociólogos, historiadores y filósofos de los siglos XIX y XX especialmente, se dieron a la tarea de darle una explicación a la manera tan violenta como se ha desarrollado el devenir del hombre. La principal respuesta con que se encuentran es, “LA PROPIEDAD”.



Jacques Attalí una de las grandes figuras de la filosofía del siglo XX en Francia, en su libro titulado “La Historia de la Propiedad”,(una excelente obra que recomiendo editar en este país) expone el transcurrir de la propiedad en el mundo y su influencia insoslayable en la historia, y dar alguna explicación a las desmesuradas miserias y fortunas que hemos forjado. El autor hace un análisis de todas las formas de propiedad que han existido desde las sociedades primitivas hasta el comunismo y descubrió en ellas una señal siempre presente, como una obsesión insalvable que resume así: lo que oculta la propiedad es el miedo a la muerte.



Al analizar esta frase podemos percibir en resumidas cuentas cual ha sido el principal interés de los hombres y los imperios en la historia y porque de alguna forma existen grandes desigualdades entre quienes ostentan inmensas fortunas y los que mueren de hambre en la miseria.



El hombre en su permanencia en este mundo siempre ha buscado un objetivo y no existe quien no haya o este buscando ese fin, que no es otro que el de ser, durar o retrazar la muerte. Para ello entonces ha debido desde los tiempos mas remotos buscar los elementos que le ayuden a sobrevivir de cualquier forma y por ende retrazar la muerte; estos elementos básicos son los alimentos, el vestido, el resguardo o defensa y todo ello esta ligado intrínsecamente a la propiedad. De esa forma el hombre se las ha tenido que ingeniar para conseguir a toda costa la mayor parte de esos recursos, y ya que el fin es vivir más que los demás la historia nos ha mostrado como se generaron los grandes atropellos de unos contra otros y de allí el origen de la codicia y los desposeídos. Estos desposeídos indudablemente son aquellos a los que se les arrebato, como fuere que haya sucedido y en gran cantidad, sus elementos de supervivencia. La posesión, dice Attalí, se diferencia de la propiedad en cuanto a que, cuando se posee algo se utiliza para producir y luego se abandona. Tener la propiedad es tener la posesión legitima de alguna cosa según reglas estructuradas con ese fin, y de allí se derivan las leyes elaboradas para legitimar grandes atrocidades (como la esclavitud por poner un ejemplo), hechas por quienes se benefician de ello. Esta legitimación irrecusablemente viene acompañada por una estructura institucional dirigida por la clase dominante (el estado) y que utilizan como elemento de represión contra los desposeídos cuando estos pretenden reclamar sus “derechos” y esto es denominado por los organismos oficiales como “reestablecimiento del orden del orden legal”. En ese sentido la dominación toma su lugar en las relaciones sociales de producción y de propiedad generando de esa forma el esclavismo, donde los esclavos son los primeros desposeídos y el amo por supuesto el usurpador de su libertad y fuerza de trabajo lo cual le ayuda a producir mas para tener mas, y así de igual forma sucede con el feudalismo, capitalismo y finamente la experiencia no muy halagadora de la URSS y su comunismo mal aplicado.



El expansionismo de muchos países e imperios es también un claro ejemplo de el miedo a la muerte y a todas luces conocemos la historia del imperio Romano, el Vaticano y sus reyes católicos en España repartiéndose el mundo con Portugal durante la conquista de América, Hitler y su espacio vital para la supervivencia de los arios por encima de todas las razas, y entre otros tantos donde podemos encontrar en primera fila al imperio norteamericano que no escatima esfuerzos en apropiarse salvajemente de la energía de origen fósil. Las actuaciones de este imperio en ese sentido son de verdad dignas del mas profundo repudio histórico, porque ya no se trata de retrazar la muerte de su pueblo si no de un pequeño grupo de personajes que lo dirigen y se creen dueños del mundo. Es evidente la manera como se invadió a Irak bajo la injuria de que este país poseía armas nucleares, y es tal la desfachatez de este imperio que no reconocen el hecho y se niegan a retirar sus tropas de ese territorio. La política exterior de los EE.UU. con América Latina se ha basado igualmente en la dominación por medio de golpes de estado, intervenciones armadas y diplomáticas, así como su constante campaña por dividirnos y evitar de esa forma nuestra integración, pero siguiendo la teoría de Attalí no es mas que su afán por asegurarse la propiedad de nuestros recursos naturales y energéticos. Y eso solo sin contar las demás aventurillas del imperio en todo el mundo.



La energía es en ese caso uno de los puntos neurálgicos de la lucha por la supervivencia en el mundo y no es de extrañar que en caso de no encontrar una fuente de energía alterna al petróleo y si es posible mas eficiente, se comiencen a generar especies de competencias entre las potencias para ver quien logra echarle el guante a las reservas mundiales de petróleo, y Venezuela en ese caso es una de las primeras; en ese aspecto quiero destacar la política del presidente Chávez cuando le dice al mundo, “este petróleo es para compartirlo con todos, y si no hay petróleo para todos no hay petróleo para nadie”.



Después de toda esta reflexión seria difícil dar una solución, como debe hacerse después todo planteamiento de un problema. Pero de verdad creo y estoy convencido de que es inevitable que el hombre elimine sus necesidades básicas ya que somos en esencia seres bio-psico-sociales y por ende buscaremos siempre la forma de satisfacerlas . En ese sentido la única forma, y es un tanto difícil de llevar a cabo, es la repartición de la propiedad de manera equitativa, de modo que todos podamos vivir con dignidad, con los suficientes elementos para sobrevivir sin codiciar los de nuestro prójimo, es simplemente el socialismo del siglo XXI.. De lo contrario, si no cesan las desigualdades y esa histórica lucha de clases de la que Marx vaticino su fin en el marco de el socialismo, entonces tendremos entre nosotros irremediablemente la corrupción, la delincuencia, el terrorismo, mas guerras y sus respectivos perros, tratados de libre comercio o de libre albedrío, una oposición como la de Venezuela y sus aspiraciones de secesionar al Zulia, mas miseria y hambre, la disgregación entre nuestros pueblos, mas degradación ecológica y por ultimo provocaremos la extinción de la especie.

La propuesta de un nuevo camino ya dejo de ser una utopía solo pongámosle ganas y sigamos trabajando por la paz. Y como lo dijo el presidente Chávez el 15 de agosto de 2005 en el 16º festival mundial de la juventud y los estudiantes “otro mundo ya no es solo posible, otro mundo es necesario”.