Caracas, 01 Feb. ABN (Carolina Pérez).- Un crecimiento económico sostenido y diversificado, guiado por la democratización del capital y la legitimación del mercado es la búsqueda que por siete años ha caracterizado la gestión del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
El Ministerio de Industrias Básicas y Minería (Mibam) nació hace aproximadamente un año con el objetivo de cumplir con el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, y de esta manera asegurar la transferencia de las ventajas comparativas del país al sector transformador.
También se enmarca dentro del modelo de Desarrollo Endógeno propuesto por el actual gobierno, el cual tiene como premisa fundamental garantizar una producción dirigida, fundamentalmente, a satisfacer las necesidades internas del país, contrario a modelo exportador de nuestras materias primas, como era el esquema económico precedente.
Este ente tiene como estrategia dictar los lineamientos a las Industrias Básicas para promover el desarrollo sustentable y procurar inversiones en aquellas áreas donde se requieran insumos y materias primas básicas encadenantes.
A partir de la creación del Mibam, se han realizado macro ruedas de inversión con países como Italia, Suiza y Rusia, con la finalidad de impulsar alianzas estratégicas que permitan un nuevo esquema de relaciones internacionales.
Es importante resaltar que con los inversionistas rusos se obtuvo una inversión potencial de casi 600 millones de dólares (cerca de 1,3 billones), mientras que con Italia se invirtieron aproximadamente 643 millones de dólares (casi 1,4 millardos de bolívares).
Uno de los objetivos que asume el Mibam es el impulso de la soberanía productiva y la independencia económica, a través del desarrollo endógeno de las industrias y la minería. Al activar las cadenas productivas aguas abajo, del hierro, aluminio, forestal y minerales metálicos y no metálicos.
Combate de la minería ilegal
Por decreto presidencial, y publicado en Gaceta Oficial No. 38.282, se autorizó la creación de la Fundación Misión Piar, con el objetivo de contribuir al desarrollo sustentable, a la organización, capacitación y formación permanente de los mineros.
El ministro de Industrias Básicas y Minería, Víctor Álvarez, ha destacado que es necesaria la regularización de la situación de los pequeños mineros e incorporarlos activamente al desarrollo nacional.
La actividad de la minería artesanal se lleva a cabo sin contar con la suficiente tecnología y educación por parte de estos trabajadores, situación que en muchos casos no permite desarrollarla adecuadamente, causando daños irreversibles al ambiente y a la salud de los propios mineros.
Con la designación de la Fundación Misión Piar, se da a los mineros la oportunidad de aprender nuevas técnicas, prácticas y tecnologías, para la realización de la actividad en armonía con el ambiente, sin poner en peligro su salud.
Entre los objetivos de la fundación destacan el logro de la estabilidad y el asentamiento territorial del pequeño minero y su familia; el aprovechamiento racional de los recursos minerales, y la recuperación de las áreas degradadas por explotaciones mineras.
Asimismo, esta novel fundación, presidida por Eduardo Vera Flores, implementa programas y proyectos de reconversión laboral del pequeño minero.
Suministro de materias primas
El Mibam abrió en el año 2005 el proceso de adhesión a los convenios de aseguramiento de materias primas a todas las empresas que conforman el sector transformador del país.
Este proceso de adhesión será permanente y abierto, a fin de que las futuras industrias puedan gozar de los beneficios que establece el decreto tres mil 895, que garantiza el suministro de materias primas al sector transformador del país.
El decreto tiene por objetivo promover e incentivar la elaboración de bienes con alto valor agregado. La intención es incrementar la producción social, la preservación y generación de empleos que impulsen el desarrollo económico del país.
Esta resolución establece un conjunto de incentivos o descuentos, los cuales están asociados al cumplimiento de una serie de compromisos y obligaciones por parte de la empresa interesada.
Los incentivos están clasificados en tres niveles: el primer grado de compromiso es facilitar la reactivación de la actividad productiva. Existe otro grado superior destinado ayudar a la transformación del modelo productivo, a fin de impulsar el desarrollo endógeno nacional; y el último escalón está relacionado con la consolidación del nuevo esquema de desarrollo socioeconómico.
La empresa que logre concretar estos tres pasos obtendrá un descuento máximo de 25%, sobre el precio de las materias primas.
Muchos empresarios han respaldado masivamente este decreto que garantiza el suministro de materias primas y de productos semielaborados al sector transformador del país, porque consideran que constituyen el comienzo de una verdadera alianza estratégica entre empresas públicas y privadas.
A juicio del presidente del Banco Federal, Nelson Mezerhane, con la firma de los convenios de aseguramiento de materias primas e insumos entre el Ministerio de Industrias Básicas y minería (Mibam) y las empresas de los sectores del aluminio, minerales no metálicos reservados al poder público nacional, hierro, acero, forestal y petroquímico, Venezuela está encaminada hacia el verdadero desarrollo económico nacional.
El presidente de la CANTV, máxima empresa de telecomunicaciones de Venezuela, Gustavo Rosen, aseveró que esta medida representa un importante hito para que en el año 2006 el país recoja los frutos de un esfuerzo continuado entre la iniciativa pública y privada, en la consolidación de un nuevo modelo económico sustentable.
La última medida adoptada por el gobierno se concreta con la creación de la Compañía Nacional de Industrias Básicas (Coniba) que se encargará de gerenciar a las Empresas de Producción Social (EPS) que se convertirán en motor de los planes de inversión del Gobierno Nacional.
Coniba, presidida por la viceministra de Industrias Básicas, Raiza Molina, tiene como objetivo garantizar el desarrollo endógeno y mejorar la calidad de vida de la población.
Las nuevas filiales de Coniba producirán tubos sin costura, aceros especiales, minas de aluminio, pulpa mecánica, fibra de algodón, y otros materiales.
Esta compañía, junto con sus empresas de producción social, surge como un instrumento de liberación nacional y de integración latinoamericana, según comentó el presidente Chávez durante su lanzamiento de la fábrica.
Con este proyecto el Gobierno Nacional activará cadenas productivas aguas abajo; además, fomentará la producción de bienes, sustituirá importaciones y promoverá las exportaciones con mayor valor agregado.
Estas factorías nacen como empresas de producción social y no como empresas capitalistas tradicionales.
Todo indica que con la puesta en marcha de esta compañía nacional, se impulsará y consolidará un nuevo sistema socioeconómico que permita relanzar el proceso de industrialización del país sobre la base de un desarrollo armónico y proporcional de las distintas regiones de Venezuela.
Entre las Empresas de Producción Social que estarán a cargo de Coniba figuran: la de Servicios de Laminación de Aluminio, a cargo de César Ortiz; Tubos sin Costuras, Ramón Cañizales; la nueva Siderúrgica Nacional estará bajo el comando de Pedro Olivieri; la Planta de Concentración de Mineral de Hierro, la presidirá Radwan Sabbagh.
Siguen: Cemento Cerro Azul, a cargo de Rafael Lugo; Pulpa y Papel, presidida por Luis Salinas; Desmote de Algodón, dirigida por Noel Zakur; Recuperadora de Materias Primas, William Biancucci; Constructora Nacional de Rieles, Alwilson Querales; Insumos básicos para la Construcción de Viviendas, a cargo José Luis Rosario; mientras que la empresa Minera Nacional estará a cargo de Arcenis Pérez.
Esta nueva generación de empresas se crea con recursos provenientes del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), institución que desembolsará unos 18 millardos de bolívares como parte de los recursos excedentarios del petróleo, los cuales están destinados a la nueva base de desarrollo industrial del país.
Industrialización en Venezuela
Coniba y sus empresas filiales serán el motor para relanzar el proceso de industrialización de Venezuela, pues se espera que en el próximo sexenio el sector manufacturero aporte el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) que se genera en el país.
La meta es que en los próximos seis años, Venezuela sea declarado un país industrializado.
En cuanto al aspecto social, con la puesta en marcha de Coniba y sus 11 empresas filiales, se generarán cinco mil empleos directos y se beneficiarán de manera indirecta aproximadamente a 15 mil personas.
Los proyectos de interés nacional a los cuales impactarán estas factorías están orientados al sector gasífero y petrolero, construcción e infraestructura, industria naval, sistema ferroviario nacional, hábitat y vivienda, textil, minero, alimentación y telecomunicaciones, entre otros.
jueves, febrero 02, 2006
Industrialización caracteriza nuevo rumbo socioeconómico de Venezuela
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