Embajador de Venezuela en la OEA Jorge Valero
Foto: ABN
Caracas, 01 Feb. (ABN).- El Gobierno venezolano objetó este miércoles el informe presentado por la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de 2005 en Venezuela, al considerar que contiene falsedades y ambigüedades. En una sesión del Consejo Permanente en Washington, Estados Unidos, el embajador venezolano ante el organismo hemisférico, Jorge Valero, se pronunció sobre la presentación verbal hecha previamente por el grupo de observadores de la OEA, en la cual los delegados criticaron la transparencia del proceso electoral en Venezuela.
Las elecciones parlamentarias en Venezuela se realizaron sin la participación de sectores de la oposición venezolana, los cuales decidieron retirarse intempestivamente de la contienda.
En su discurso, enviado en forma íntegra por la misión venezolana a la redacción de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), el embajador resumió los aspectos positivos del informe, pero destacó que contiene también juicios políticos y comentarios que no se corresponden con el papel de un observador internacional.
Mencionó la constatación de los observadores de que los comicios fueron adecuadamente preparados, de que reinó un ambiente de tranquilidad el día de la votación y de que los esfuerzos del Consejo Nacional Electoral (CNE) en el cumplimiento de su mandato legal de automatizar el voto fueron bien sucedidos.
Además, los delegados de la OEA dejaron sentado que, a pesar de las garantías ofrecidas por el CNE, un sector de la oposición decidió no concurrir a las elecciones, lo cual es contrario al principio de la democracia, pues es a través del voto que se fortalecen y legitiman las instituciones.
Sin embargo, según Valero, el informe contiene también afirmaciones que, a su juicio, son malintencionadas y se basan en falsos supuestos.
Durante la sesión de este miércoles, las misiones electorales presentaron verbalmente las conclusiones recogidas por los observadores durante los recientes comicios en Venezuela, Chile, Bolivia y Honduras.
Afirmaciones malintencionadas
Valero objetó la afirmación de los observadores de que buena parte de los votantes habría tenido que pedir ayuda a los miembros de mesa o a los testigos para marcar su voto en la boleta electrónica, lo cual “podría vulnerar el secreto del voto”.
“Esta afirmación es malintencionada y sin fundamento”, dijo el representante venezolano, al señalar que, además de la intensa campaña educativa realizada por el CNE para informar sobre el sistema electrónico, la mayoría de los votantes conocía y estaba familiarizada con los nuevos procedimientos desde el referéndum revocatorio de agosto de 2004.
Respecto a las críticas que hace el informe de la OEA sobre el incumplimiento del horario de votación, Valero señaló que la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política establece un tiempo mínimo de diez horas para el acto y confiere al CNE la facultad de extenderlo cuando se presenten circunstancias especiales.
“Es absurdo cuestionar una medida destinada a garantizar mayores niveles de participación”, dijo el embajador, quien recordó que la extensión del plazo fue saludada por los veedores del Consejo de Expertos Electorales de América Latina, ya que estuvo dirigida a “garantizarle al elector el derecho al sufragio”.
En cuanto a la denuncia de que un “alto funcionario del Gobierno trató de intimidar a los electores”, Valero destacó que esta aseveración es igualmente falsa, ya que la única persona que emitió declaraciones en ese tono fue una dirigente política.
Asimismo, recordó que las autoridades electorales y ejecutivas rechazaron los planteamientos que expuso la vocera.
Sobre las supuestas “inconsistencias y vacíos” en la normativa electoral venezolana argüidos en el informe, consideró que tal aseveración “es igualmente ambigua e incursiona en asuntos políticos y jurídicos que son de estricta competencia de un Estado soberano”.
Enfatizó que se trata de los mismos instrumentos normativos que se aplicaron durante las elecciones generales en Venezuela en el año 2000, sobre los cuales no hubo pronunciamiento alguno por parte de la OEA.
Respecto a la recomendación de revisar todo el sistema electoral venezolano, Valero fue enfático al considerarla “desproporcionada”.
“Corresponde a los poderes públicos de nuestro país cumplir con las normas constitucionales. Y es competencia de la Asamblea Nacional designar, con base en el procedimiento establecido en la Ley Orgánica del Poder Electoral, las autoridades electorales”, aseveró.
Legítima democracia
“Las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de 2005 fueron transparentes y legítimas”, reiteró el embajador Valero, quien citó el informe de la junta directiva del Consejo de Expertos Electorales de América Latina, integrado por presidentes, magistrados y expertos de los organismos electorales de Colombia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Panamá y Uruguay.
Dicho informe expresó: “El CNE ha cumplido con la Constitución y las Leyes de la República Bolivariana de Venezuela (...) ha dado todas las garantías de respeto al derecho ciudadano al sufragio y a la transparencia del mismo”.
Valero recordó a los diplomáticos del Consejo Permanente que la implementación del sistema automatizado es fruto del proceso modernización democrática que vive Venezuela, un país donde está en marcha una revolución cuyo objetivo es la justicia social y que tiene como premisa alentar el protagonismo popular.
Además, señaló que el nuevo sistema electoral, uno de los más modernos y avanzados del mundo, sustituyó a un mecanismo anacrónico “que por décadas estuvo al servicio del fraude y de la manipulación de los resultados electorales”.
“Implementamos un nuevo sistema electoral moderno para garantizar la celebración de elecciones periódicas, libres y transparentes como expresión de la soberanía del pueblo”, resaltó el jefe de la misión venezolana ante la OEA.
Destacó que en el proceso comicial participaron 446 partidos políticos y grupos de electores, “lo cual evidencia la amplia diversidad y pluralidad que hoy caracteriza el paisaje electoral venezolano”.
En virtud de todas estas consideraciones, el embajador manifestó su decidido rechazo a la campaña de desprestigio “desplegada por conocidos factores a nivel nacional e internacional, contra el sistema democrático venezolano y, particularmente, contra el sistema electoral”.
Subrayó que esta campaña está dirigida a estigmatizar las próximas elecciones presidenciales de diciembre de 2006.
Les recordó a los representantes de la OEA que el pasado 25 de diciembre, el secretario General de esa institución, José Miguel Insulza, dijo al diario chileno El Mercurio que el papel de los observadores es únicamente el de evaluar una elección.
“Lo que tiene que evaluar la misión es la elección, si estuvo bien o no (...), no creo que nuestra actitud deba ser darles consejo a los venezolanos de cómo manejarse en política interna”, dijo Insulza en esa ocasión.
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