Rio de Janeiro, 9 de marzo. Pobladores de la favela (barrio pobre) Morro de la Providencia denunciaron haber sido víctimas de humillaciones por parte de las tropas que desde hace una semana ocuparon los intrincados callejones de esta marginada zona del norte de la mayor ciudad de Brasil.
El despliegue militar en Providencia comenzó el viernes pasado, horas después que un comando armado robó un lote de armas -10 fusiles y una pistola 9mm- de un cuartel militar de Río Janeiro.
Una semana después, el operativo militar abarca diez favelas y según la fuerza armada brasileña, la movilización ha generado tiroteos esporádicos entre las tropas que patrullan y presuntos narcotraficantes que se esconden en las pequeñas viviendas aglutinadas sobre las laderas de cerros que rodean la bahía de Río de Janeiro.
El patrullaje militar ha generado complicaciones a la vida diaria de los habitantes de las favelas. Gran parte de los comercios han cerrado y los padres de familia no han enviado a sus hijos a la escuela por temor a los enfrentamientos armados.
Un centenar de vecinos de estas favelas protestó la noche del miércoles frente a la sede del Comando Militar Este, en el centro de la ciudad, para denunciar el maltrato de que han sido objeto y para reclamar por el riesgo que generan las acciones del ejército.
Uno de los tiroteos, que duró unos 30 minutos, ocurrió el miércoles por la noche en la favela Provindencia, la más antigua de Río.
El lunes, un adolescente murió en el vecino cerro de Pinto, tras ser alcanzado por una bala perdida.
Unos mil 600 soldados armados con fusiles de asalto, apoyados con tanquetas y helicópteros, están desplegados en las favelas, mientras que los automovilistas que circulan entre Río de Janeiro y el municipio vecino de Niteroi pasan por el escrutinio de retenes militares, que han levantado barricadas y postrado ametralladoras. Una lancha de la Armada, según Afp, patrulla además la bahía, también en busca del comando de siete hombres que ejecutó el robo del lote de armas.
Según una versión del Comando Militar del Este, citada por el diario O Globo, un soldado y un cabo están involucrados en los hechos.
Desde Londres, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva justificó hoy el operativo militar en las favelas. "Lo importante para el ejército es recuperar lo que es suyo", dijo Lula, quien calificó de "extremadamente grave" el robo.
En Brasilia, en tanto, el vicepresidente de la Confederación Nacional de Agricultura, Rodolfo Tavares, afirmó que los organismos gubernamentales encargados de la repartición de tierras agrícolas (el Instituto de Colonización y Reforma Agraria y el Ministerio de Desarrollo Agrario) han probado su "incompetencia", porque en 40 años, 850 mil familias recibieron tierras, pero "solamente 50 mil consiguieron dejar la dependencia de la ayuda del Estado".
Sobre los temas ambientales, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra informó hoy que negocia en Brasilia el asentamiento de 400 familias que ocupan la hacienda Toca da Raposa, en el centro del país, donde fue descubierto en 2004 el uso de agroquímicos tóxicos, internados al país de contrabando
De otro lado, en Brasil, 13 mil personas que vivían en un régimen de virtual esclavitud en haciendas de diversos estados del país, fueron liberadas en los últimos cuatro años por la intervención del Ministerio de Desarrollo Agrario, de acuerdo con un informe difundido hoy en la capital.
viernes, marzo 10, 2006
Residentes de favelas en Brasil denuncian abusos de militares
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