La Junta de Gobernadores de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), reunida en Viena, ha decidido remitir a Irán al Consejo de Seguridad de la ONU, con capacidad para sancionar.
En la tercera sesión en Viena, el embajador estadounidense ante el OIEA, Gregory Shulte, señalóó que, según los expertos de la ONU, Irán dispone de 85 toneladas de uranio en forma de gas (UF6), "suficiente para enriquecer uranio y fabricar unas diez bombas".
Schulte ha sido el primero en anunciar la decisión del envío del caso al Consejo de Seguridad.
La opción de remitir la crisis nuclear iraní a Naciones Unidas era la defendida por EEUU y Europa.
El delegado iraní en la OIEA ha
amenazado hoy a EEUU con "dolor y mal" si continúa oponiéndose al desarrollo de
su programa nuclear.
El diplomático estadounidense defendió ante el pleno de la Junta de
Gobernadores, compuesto por 35 países, que "ha llegado el momento de que actúe
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
Para la Casa Blanca, este órgano debe
"enfatizar que Irán sufrirá las consecuencias si no cumple sus obligaciones".
Además, un comunicado que manejaba la delegación estadounidense en Viena
advierte al régimen de Ahmadimeyad para que detenga la investigación nuclear
o se arriesgue a "consecuencias".
Aunque el martes se hablaba de que el Consejo de Seguridad se reuniría en un
plazo de como mínimo 30 días, el número tres del Departamento de Estado
norteamericano, Nicholas Burns, ha afirmado que el dossier del programa nuclear
iraní será examinado por la ONU a partir de la próxima semana.
Teherán
Por su parte, El delegado iraní
en Viena Javad Vaïdi ha asegurado que su país tiene los medios para responder a
las amenazas de Washington. "EEUU tiene los medios para provocar el mal y el
sufrimiento, pero ellos también son susceptibles de sentir en sus carnes el
dolor".
"Así que, si Estados Unidos desea ir por ese camino, dejemos que la pelota se
mueva en esa dirección", añadió. "En nuestra opinión hay dos opciones: lograr un
compromiso y cooperar o ir a la confrontación. Esperamos y no ahorramos
esfuerzos para realizar la primera opción", manifestó Vaïdi.
"En cualquier caso nosotros vamos a seguir adelante con la investigación en el
enriquecimiento de uranio, basado en nuestro derecho", concluyó.
Vaïdi, subsecretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, tampoco quiso
pasar la oportunidad de agitar el arma petrolífera. Preguntado por si Irán
revisaría su política de exportación de crudo, respondió que su país no actuaría
así por el momento, "pero si la situación cambia, tendremos que revisar nuestra
política".
El gobierno islámico ha ofrecido congelar su programa industrial de enriquecimiento durante dos años a cambio de poder seguir investigando a escala limitada en ese campo.
Enriquecer uranio es la actividad más sensible del llamado ciclo de combustible nuclear, ya que ese material tiene tanto aplicaciones civiles en plantas energéticas como para la fabricación de bombas atómicas.
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