Millones de estadounidenses dependen de programas sociales para poder comer

Telesur 03 Mar. -Miles de estadounidenses dependen cada vez más de la caridad de las agencias sociales para poder comer.

Julio Aliaga, corresponsal de TeleSUR en la Washington, reportó que según la Red Nacional de Bancos de Alimentos “Segunda Cosecha” o “Second Harvert” , por su nombre en inglés, más de 25 millones de personas dependieron el año pasado en Estados Unidos de las agencias sociales que reparten alimentos gratuitos para poder alimentarse.

De ellos, cinco millones fueron latinoamericanos, 10 millones afro-estadounidense, nueve millones eran niños y tres millones eran ancianos.

“Segunda Cosecha”, que aglutina 200 bancos de alimentos a nivel nacional, incluyendo al de Washington, asegura que el número de personas en esta situación va en aumento en todo el país y afecta a todo tipo de gente pobre.

Mark Poletuno, del Banco de Alimentos Washington, asegura que las personas que necesitan este tipo de ayuda son “nuestros compañeros de trabajo, son los niños que van a la escuela, son los abuelos que siempre están cuidando a la familia. Y tenemos que darnos cuenta que la cara del hambre afecta a todo el mundo”.

Según el informe anual de “Segunda Cosecha”, denominado en esta oportunidad “Hambre en Estados Unidos 2006”, el incremento de gente que necesita comida gratuita ha sido de 9 por ciento en relación al año 2001 y de 18 por ciento en relación a 1997.

El documento también señala que la mitad de la gente que recibió ayuda tiene trabajo y que otro 36 por ciento forma parte de hogares en donde por lo menos una persona trabaja.

Para la analista política Heather Boushay esto se debe, en parte, al hecho de que el poder adquisitivo de los salarios continúa bajando desde el año 2003.

“La gente está teniendo que decidir entre pagar por la calefacción, pagar por la renta o por la comida”, aseguró la Analista Política Heather Boushay.

No obstante, tampoco resulta suficiente el programa del Gobierno Federal que provee de cupones de alimentos a la gente pobre, pues 35 por ciento de los que acudieron a los bancos de alimentos, estaban inscritos en el programa federal.