La Paz, 20 de diciembre. "Pediremos a Estados Unidos un pacto que sea por cero cocaína, cero narcotráfico, pero no cero hoja de coca, cero cocaleros... No queremos ya que la lucha contra las drogas se convierta en pretexto con intereses geopolíticos de intervención militar y de bases militares", dijo aquí Evo Morales.
El virtual presidente electo de Bolivia lanzó así el desafío al gobierno de George W. Bush: "No puede ser ser que esté despenalizada para la Coca Cola y penalizada para la región andina".
"La coca ha parido al movimiento social", fue tal vez la frase más celebrada esta mañana en la conferencia dada por Evo Morales. A su alrededor, candidatos y miembros de su equipo de campaña aplaudieron la afirmación.
Con ello, el dirigente indígena insistió en la necesidad de llegar a acuerdos reales de combate al narcotráfico, despenalizando internacionalmente el arbusto andino para poder industrializarlo.
Por su parte, Estados Unidos no se sale del guión de buscar "una actitud positiva" de parte de Evo Morales y su futuro gobierno, como declaró la secretaria de Estado Condolezza Rice, el lunes pasado a la cadena de televisión CNN.
La tarde de este martes, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, habló también sobre el tema en conferencia de prensa, y dijo que su gobierno esperaba que continúe el "tipo de cooperación que hemos tenido con Bolivia en la lucha contra la producción, transporte y cultivo de drogas ilícitas".
McCormack, ante la pregunta de una periodista estadunidense, no pudo explicar si su gobierno acepta o entiende que la mayoría de la coca cultivada en este país andino es consumida en forma tradicional (como los tés y el mascado), uno de los principales argumentos de Morales para legalizar el cultivo.
El portavoz estadunidense también afirmó que es "muy clara" la política de Washington respecto de la hoja de coca que es procesada en cocaína.
Dudas en Estados Unidos
Aunque McCormack también expresó dudas sobre la mayoría absoluta conseguida por Morales en las elecciones del domingo pasado, "hasta que haya un conteo final de los votos", la información oficial provista por la Corte Nacional Electoral boliviana parecía no dejar dudas.
Con poco más de 70 por ciento de los sufragios computados, Morales tenía ya 52.9, con una cómoda ventaja de 22 puntos sobre el segundo lugar.
De hecho, no solamente en la elección presidencial el Movimiento al Socialismo (MAS) tiene ventaja. Esta tarde el partido de izquierda disputaba cerradamente varias circunscripciones, que de ganarlas podría aumentar su mayoría parlamentaria a más de 80 representantes, y con ello ampliar su margen de gobernabilidad.
Un claro ejemplo del "carro completo" obtenido por Morales y sus correligionarios serían los diputados uninominales del departamento de La Paz, donde se asientan la sede de gobierno del país y casi 30 por ciento de la población nacional: el MAS obtuvo las 15 diputaciones disponibles.
Respecto de las nueve prefecturas (gubernaturas), por primera vez en disputa en una elección directa, el MAS podría tener tres, con lo que la territorialidad de su dominio político sería mayor.
Tranquilidad a los bancos
Hoy, durante un discurso de casi una hora, Evo Morales volvió a referirse al sensible tema de los hidrocarburos. Ante diversos rumores de confiscación y expropiación que siguen circulando, hiló todavía más fino: "se van a nacionalizar los recursos, no vamos a nacionalizar los bienes de las trasnacionales".
Pero el futuro mandatario dejó claro que deberán cambiar los actuales contratos entre el Estado boliviano y las trasnacionales del petróleo.
"Ese tipo de contratos son nulos de pleno derecho por ello modificaremos los contratos con las empresas", dijo, al tiempo que explicitaba que su gobierno no piensa mantenerlos todos, pues "con contrabandistas y con aquellas que no pagan impuestos no habrá contratos. Esos contratos ya están rescindidos; hay un caso comprobado y otro por comprobarse".
La última aseveración fue en abierta referencia a las empresas Chaco y Andina, que adeudan entre las dos casi 10 millones de dólares al fisco.
Al final de la tarde, Evo y su vicepresidente, Alvaro García Linera, sostuvieron una reunión con representantes de la banca privada en Bolivia.
Ambos ofrecieron a los banqueros seguridades de estabilidad financiera y pidieron impedir una fuga de capitales luego de su elección. Morales prometió que cualquier modificación del actual sistema financiero será hecha de manera consensuada.
La Asociación de Bancos Privados de Bolivia, en consecuencia, hizo un llamado a la población a mantener la calma y no dejar de hacer transacciones bancarias.'
Luego de la reunión, Morales se retiró para planificar su trabajo de este miércoles, que incluye comenzar a planear la conformación de su futuro gabinete.
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