Si algo caracteriza al venezolano es la gratitud. Es un sentimiento y un valor inculcado
en la vida familiar. La ingratitud proviene de seres consumistas, individualistas,
materialistas que miran al otro como un objeto o una mercancía que se compra y se vende.
Por debajo de la espesa capa de olvido secular, de humillaciones y atropellos, en suma,
de exclusión, de que ha sido objeto la mayoría de la población venezolana durante 500
años, laten corazones agradecidos que hoy despiertan a la brisa fresca de la gratitud
nacida de los avances de la Revolución Bolivariana. Es aquí donde se inscribe el
recnocimiento de los venezolanos y venezolanas, desprovistos de salud por muchos años,
hacia la Misión Barrio Adentro. Es aquí donde volvemos los ojos húmedos de gratitud para
recompensar con amor el amor que el ejército de batas blancas trajo a Venezuela.
Por eso resultan aberrantes los hechos delictivos cometidos contra ese ejército de salud
y de luz en algunos lugares de Venezuela. En particular en Maracaibo. Ninguna de esas
amorosas personas sería capaz de quejarse o hacer denuncia por haber sido lastimada en su
físico o en sus modestos haberes materiales. Una se entera de las cosas porque andamos
detrás de la información. Y nos indigna y nos mordemos de la rabia cuando vemos la
negligencia y la incapacidad de las autoridades civiles y militares del Estado Zulia para
proteger a las compañeras y compañeros de la Misión Barrio Adentro, de ataques que más
bien parecen planificados por mentes diabólicas, por los envidiosos y saboteadores de hoy
y de siempre.
El comandante de la Revolución Bolivariana, presidente Hugo Rafael Chávez Frías, muestra
su gratitud y su amor, públicamente, a ese ejército de luz que promueve y hace florecer
la salud. Ya sería tiempo de que hubiésemos aprendido de su ejemplo. No hay dinero en el
mundo con el cual pagarles su dedicaciíon y entrega. Sólo nuestro amoroso comportamiento
fraternal y solidario hacia los integrantes de las Misiones Barrio Adentro, Deportes,
Educación y Cultura podrá compensar la entrega a Venezuela y el mundo que loa hijos de
Martí, el Ché y Fidel han hecho a los más necesitados y olvidados de nuestro país.
*CNP-3960-Periodistas por la Verdad
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