Martin Lee Anderson, de 14 años, murió el 6 de enero en un hospital de Pensacola, al día siguiente de ingresar al campamento tras haber sido arrestado por un robo.
Anderson se quejó de dificultades respiratorias y colapsó durante una sesión de ejercicios que era parte del proceso de iniciación en el campamento, dirigido por el Departamento de Policía del condado Bay.
Las autoridades dijeron que los guardias tuvieron que someter al muchacho porque éste fue poco colaborador durante los ejercicios.
El representante republicano Gus Barreiro dijo que la cinta era “espantosa” y que “nunca había visto a ningún niño ser reprendido ... de ese modo”.
“Incluso hacia el final de la cinta, cuando ya prácticamente no quedaba nada de Martin, regresaron con un par de vasos de agua y se los tiraron en la cara”, relató.
Las autoridades del condado Bay y de la Florida se negaron a publicar el video, pero Barreiro y el representante demócrata Dan Gelber, quien también vio la cinta, dijeron que pronto saldría a la luz pública.
“No hay duda de que hubo abuso de poder”, dijo Gelber. “Es un niño relativamente pequeño ante media docena de hombres bastante fuertes, y pareciera que (durante la golpiza) perdía y recobraba el conocimiento”.
El gobernador Jeb Bush dijo que aunque no había visto el video, varios de sus asesores lo habían hecho y le informaron sobre su contenido. “Absolutamente estamos preocupados”, dijo.
La familia de Anderson planea demandar al condado de Bay y al Departamento de Justicia Juvenil estatal, que supervisa al campamento y le dio una reseña positiva en junio del 2004.
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