Puerto Principe, 5 de febrero. Cientos de personas se manifestaron este domingo en Puerto Príncipe para pedir el regreso del exiliado líder Jean-Bertrand Aristide, derrocado hace dos años en una sangrienta rebelión, dos días antes de las elecciones presidenciales en el país.
Los haitianos marchaban también en apoyo al candidato Rene Preval, un ex presidente visto como aliado de Aristide, incluso a pesar de que ha intentado tomar distancia del antiguo dirigente.
"Preval, no podemos esperar más, trae de regreso a Aristide", coreaba la multitud, principalmente de los barrios pobres.
Aristide, que ha pasado los últimos dos años exiliado en Sudáfrica, es todavía la figura dominante y que más divide en la política haitiana y en la elección del próximo martes, toda vez que es rechazado por el sector empresarial, que lo acusa de déspota y corrupto.
Las tropas de la Organización de Naciones Unidas patrullan todo el país desde el sábado para garantizar que haya seguridad antes de la votación, la que se teme se realice en medio de una explosión de violencia.
Preval, que gobernó entre 1996 y 2001 al frente del partido Familia Lavalás, suspendió el sábado su mitin de cierre de campaña por recibir amenazas en contra de la seguridad de las actividades proselitistas, informó Jean Francois Chamblain, uno de los vocero del comando de campaña de su nuevo instituto político, Lespwa.
El vocero dijo desconocer el origen de las amenazas, pero señaló que Preval, el favorito entre los 33 candidatos a la presidencia de acuerdo con las encuestas de intención de voto, prefirió abstenerse de realizar su concentración masiva, con el propósito de evitar confrontaciones.
El Consejo Electoral Provisional fijó para la medianoche del sábado el cierre de campañas proselitistas con miras a los comicios, los primeros desde que Aristide abandonó la presidencia.
Por su parte, otros principales candidatos a la presidencia, Charles Henri Baker y Leslie Manigat, recorrían las calles de Puerto Príncipe.
Haití ha estado dirigida por un gobierno designado desde que Aristide, un ex sacerdote católico y líder de los pobres, fue derrocado del poder, el 29 de febrero de 2004, en una revuelta de soldados y bandas y bajo la presión de Estados Unidos.
Pero pese a la amenaza de un baño de sangre el día de las elecciones, la población, que recuerda aún la votación de 1987, cancelada cuando hombres con armas y machetes asesinaron a varios electores en una escuela, aseguran que acudirán a las urnas.
lunes, febrero 06, 2006
Cientos de haitianos piden el retorno de Aristide
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