lunes, febrero 06, 2006

Diplomática Jenny Figueredo orgullosa ser una mujer venezolana expulsada por el imperio

Caracas, 06 de febrero de 2006 (VTV) / Jenny Figueredo, la ministra consejera de la embajada de Venezuela en Washington quien fuera expulsada por el gobierno de EEUU, afirmó que no se siente víctima de esta medida retaliativa y por el contrario se siente orgullosa de ser una mujer venezolana expulsada del territorio estadounidense por una decisión directa del propio gobernante de ese país.

“Disculpen la arrogancia, he sido expulsada de los EEUU por el propio presidente George Bush. Eso me hace sentir como venezolana orgullosa, orgullosa”-dijo emocionada.

Durante el acto de recibimiento y desagravio realizado en la Casa Amarilla, que se le tributó por parte de todos los integrantes del Consejo de Ministros, encabezado por el Vicepresidente José Vicente Rangel y otras personalidades de los Poderes Públicos venezolanos, la diplomática destacó sentirse moralmente fortalecida por el hecho que fuera blanco de la ira del gobernante del imperio y expulsada del territorio donde laboraba a favor del pueblo pobre de ese país.

“¿Por qué me quitan del lado del embajador Bernardo Álvarez..?- se preguntó Figueredo al tomar la palabra durante la ceremonia. De seguidas explicó que el intento de la administración Bush no es otro sino atacar de algún modo a la embajada venezolana en Washington, debido al excelente trabajo que está cumpliendo su personal a favor de los norteamericanos más desposeídos. “El pueblo nos quiere y nos respeta; no nos quiere la Casa Blanca”-sentenció.

Refirió que la embajada venezolana se ha preocupado por difundir la política del gobierno Bolivariano y la respuesta del pueblo estadounidense ha sido extremadamente favorable.

Comentó que la ayuda de Venezuela al pueblo pobre estadounidense, ofreciendo combustible barato para calefacción ha representado un impacto social sin precedentes que molesta al imperio. Adelantó que se está tratando de implementar la Misión Milagros en EEUU y otras soluciones a millones de personas que no están siendo atendidas por el gobierno de Bush. Recordó que existen 140 millones de mujeres de las cuales 8 millones no pertenecen a ninguna organización que las asegure, porque no trabajan y no tienen seguridad social. “Ellas nos necesitan a nosotros…”-puntualizó.

Mostró reiteradamente sentirse orgullosa que haya sido expulsada nada menos que por una decisión directa del propio presidente Bush, aclarando que su labor siempre ha sido a favor de la justicia social y la revolución, incluso antes que apareciera el Presidente Chávez en la escena política venezolana.

“No soy nueva revolucionaria…Tengo años en el anonimato por la dignidad de Venezuela”.-resumió, reconociendo que el Jefe del Estado venezolano estimula la esperanza por la que toda la vida ha luchado, a favor de un pueblo libre y digno, que haga valer los derechos de las personas, las mujeres, los niños y los ancianos. “Es por eso que estamos peleando”.

“Yo no soy víctima…no me siento víctima; me siento orgullosa que me hayan expulsado y aquí estoy. Sigo trabajando, no hay descanso. El presidente (Chávez) no descansa. No hay tregua, no hay tiempo…”

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