El director del SAPI sostiene que esta herramienta de la computación debe cambiar las relaciones productivas
Fundado en 1986 como una alternativa para combatir el monopolio de algunas corporaciones, como Microsoft, el software libre, ha dado pasos importantes para el uso solidario de la tecnología de la computación. Sin embargo, a juicio de Eduardo Samán, director del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), esta herramienta aún requiere ser asumida con una concepción que trascienda el plano antimonopólico para luchar también contra la explotación.
Pero, ¿qué es el software libre? "Antes de explicar qué es el software libre voy a decirles qué es el software - apunta Samán. Son programas de computación, y se dividen en tres clases: sistemas operativos, que son los programas que necesita el computador para funcionar, sin los cuales no podría siquiera ser encendido, pues necesita una serie de instrucciones que le dicen al cerebro de la máquina cuando uno oprime una tecla qué debe mostrar en la pantalla. Luego están las aplicaciones, que sirven para hacer tareas específicas. Por ejemplo, los procesadores de palabras, hojas de cálculo, bases de datos, programas de diseño, etcétera. Hay un número grande de aplicaciones, inclusive hasta juegos. Luego tenemos los lenguajes de programación, que se hacen tanto en los programas operativos como en las aplicaciones. Entre estos podemos citar el lenguaje C, Pascal y Cobol" .
Según el director del SAPI, software libre son todos aquellos programas informáticos que son libres de usar, estudiar, copiar y transformar. Estas características vienen establecidas en las licencias, donde se especifica cómo el autor desea que se utilice su creación. La licencia de software más utilizada es la GPL (General Public Licence) o Licencia Pública General, creada por el estadounidense Richard Stallman.
Combatiendo el monopolio
Los creadores de Microsoft, el gigante norteamericano de la computación, al lanzar su obra al mundo lo hicieron con todo lo que implica un objetivo netamente mercantilista, cuidando rigurosamente los detalles para ejercer el monopolio en el sector. Es así como al hacer uso de la tecnología de esta corporación se está supeditado a una serie de condiciones que amarran al usuario a la marca. Para enfrentar esta situación, el fisico estadounidense Richard Stallman crea en 1984 el primer sistema operativo de acceso libre, iniciando así de manera independiente una competencia contra la reconocida transnacional.
En 1986, Stallman funda el movimiento del Software Libre, promoviendo el desarrollo de programas y aplicaciones de computación de acceso universal de forma gratuita. Junto al finlandés Linus Torvalds, idea el sistema GNU/Linux, que actualmente es utilizado por alrededor de 100 millones de personas en el mundo, lo que representa un gran avance contra el monopolio en la computación.
"Como el Software se considera inicialmente una obra producto del intelecto, y se rige por el derecho de autor, entonces, qué hicieron ellos, como creadores del nuevo sistema operativo dijeron, bueno, si el autor tiene derecho a impedir el uso de su obra, nosotros tenemos derecho a autorizar el uso de la nuestra sin necesidad de un permiso; es decir, liberaron su derecho; tienen un derecho como autores y lo pusieron libre", explica Eduardo Samán.
Cabe resaltar que la licencia GPL consiste en que las personas pueden usar con libertad el software y distribuirlo sin pedir ninguna autorización. Este tipo de software viene acompañado del código fuente que permite que si el usuario tiene la capacidad de modificar el código fuente y volverlo a compilar puede hacerlo sin problemas; o sea, podría hacer nuevas versiones del programa y distribuirlas. "Ellos hacen un software y luego lo entregan al dominio público. Esto pasa a ser como una suerte de propiedad colectiva del conocimiento. Una de las condiciones de la licencia GPL es que esas modificaciones que se le hacen al programa deben regresar a la comunidad, lo que rompió un paradigma muy importante e hizo que en muy poco tiempo el Linux pasara a ser un sistema operativo de excelencia. De manera que el 60% de los servidores en Internet actualmente corren sobre este sistema", señala el director del SAPI.
Ajuicio de Eduardo Samán, al movimiento del software libre le falta un paso más: oponerse a la explotación; es decir, cambiar las relaciones productivas. "Si yo contrato una empresa y le pago con un software libre, estoy teniendo beneficios porque adquiero un producto más barato y ventajoso, pero si esta empresa a su vez contrata a unos programadores, les paga un salario y el dueño de la empresa se apodera de la plusvalía, entonces no estamos cambiando las relaciones de producción, las relaciones sociales. Cuando hablamos de una revolución libre de explotación es que no existan sujetos que generen riqueza y otros se apoderen de la plusvalía".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario