LA HABANA 06 Feb. - La expulsión de 16 funcionarios cubanos del Sheraton de la ciudad de México, en aplicación de la ley norteamericana Helms-Burton, fue considerada por La Habana un "desprecio" de Washington al gobierno de Vicente Fox, que lo tomó tibiamente como "un asunto entre particulares".
Un editorial contra Washington del diario oficial cubano Granma de esta fecha marcó no obstante la tarjeta a Fox desde el mismo título: "La mezquindad y el odio contra Cuba y el desprecio por el Gobierno de México inundan el Sheraton".
La delegación cubana, encabezada por un viceministro de la Industria Básica, Raúl Pérez del Prado, sostenía una reunión en el hotel María Isabel Sheraton de México con importantes compañías estadounidenses sobre las potencialidades del mercado energético de la isla.
El encuentro, el sexto que se celebra en México entre empresarios de las dos naciones, terminó finalmente en otro hotel.
Granma dijo que "los tentáculos del bloqueo y la criminal guerra económica del gobierno de Estados Unidos contra Cuba están prestos para extenderse a cualquier confín del planeta, incluso en detrimento de la soberanía y legislaciones de otros estados".
De esta forma La Habana recordó que el congreso mexicano aprobó en octubre de 1996 una Ley Antídoto contra la norteamericana Helms-Burton y su carácter de extraterritorialidad firmada por el presidente Bill Clinton en marzo de ese mismo año, por la cual Washington no permite a las empresas que operen con Cuba.
Medios de prensa mexicanos citados por Granma señalaron que el gobierno de ese país se deslindó del incidente y que la Secretaria de Relaciones Exteriores, a través de la Dirección de Comunicación Social dijo que "es un asunto entre particulares".
"El tema del bloqueo no es una cuestión 'entre particulares', mucho menos cuando en su ejecución Washington vulnera las leyes de otro país, donde este aborrecible e inaceptable hecho ha causado indignación en medios políticos, sociales y empresariales", respondió Granma.
Añadió que "el bloqueo más largo de la historia resulta una vergüenza para la potencia imperial que se erige en gendarme mundial e intenta rendir por asfixia a 11 millones de cubanos".
"Pero también es un atropello a la soberanía del pueblo de Benito Juárez, que ha sufrido en carne propia la voracidad del poderoso vecino", enfatizó el diario oficial cubano.
El incidente del Sheraton se suma a una larga cadena de desencuentros entre Cuba y México, iniciados poco después de la llegada de Fox a Los Pinos, y en los cuales tuvo mucho que ver su primer canciller, Jorge Castañeda.
Esos encontronazos pasan por la toma de la embajada mexicana en La Habana en febrero de 2002 por presuntos inmigrantes y las votaciones de México contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
También por el pedido de Fox a Fidel Castro de que se retirara rápidamente de la Cumbre de Monterrey ante la presencia del mandatario norteamericano, George W. Bush, y la publicación por parte de Castro de la conversación telefónica privada entre él y Fox en la cual se le hizo la petición.
El tratamiento dado por ambos países al caso del empresario Carlos Ahumada, y más recientemente el silencio mexicano ante la información solicitada por Castro por el paso por ese país del anticastrista Luis Posada Carriles para ingresar a Estados Unidos se incluyen en la lista.
A pesar de gestos de ambas partes para tratar de bajar las tensiones, las centenarias relaciones (1902) entre los dos países siguen en su punto mas bajo y no se vislumbra ningún mejoramiento en los que quedan de sexenio foxista.
lunes, febrero 06, 2006
Incidente de la expulsión de funcionarios cubanos del Hotel Sheraton echan fuego a las deterioradas relaciones Cuba-México
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