miércoles, febrero 01, 2006

El acuerdo para la compra de 12 aviones españoles sigue adelante

Caracas, 1 feb (EFE).- El ministerio de Defensa de Venezuela y la empresa aeronáutica española CASA acordaron hoy seguir adelante con el acuerdo para la venta a ese país de 12 aviones, operación vetada por Washington porque éstos incluyen tecnología estadounidense.

"CASA presentará dentro un mes aproximadamente una propuesta concreta, después de haber hecho estudios en profundidad sobre alternativas de equipamiento, plazos de entrega, etc...", dijeron a EFE fuentes españolas, tras una reunión entre autoridades militares venezolanas y una delegación de la firma aeronáutica.

Destacaron asimismo que fue un encuentro "extremadamente cordial" y "la buena receptividad" por parte del ministro de Defensa de Venezuela, Orlando Maniglia, al frente de la representación de su país.

La delegación de CASA estuvo presidida por su director comercial, Gerardo Gómez.
El acuerdo entre la compañía española, parte del consorcio aeronáutico europeo EADS, y el ministerio de Defensa de Venezuela, que todavía debe ser elevado a escritura pública, prevé la venta a este país de 12 aviones, 10 de transporte C-295 y dos de vigilancia marítima CL-235, por unos 500 millones de euros (cerca de 600 millones de dólares).

El pasado 12 de enero, el Gobierno de EEUU comunicó al de España que denegaba las licencias solicitadas por EADS-CASA para transferir a Venezuela la tecnología estadounidense en los 12 aviones.

"Elementos sofisticados de alta tecnología son perfectamente sustituibles y existen ofertas en el mercado europeo, donde pueden adquirirse, a la vez que el resto de material estadounidense es posible fabricarlo en España", añadieron las fuentes españolas.

Maniglia anunció el martes la reunión celebrada hoy en la capital venezolana con los representantes de CASA, "y ver qué proponen para solucionar el problema".

"Si no llegamos a ningún arreglo con ellos, en el mercado hay muchos aviones que se pueden adquirir", añadió el ministro, en referencia a unas declaraciones previas del presidente Hugo Chávez sobre la posibilidad de comprar los equipos en otro país.

El gobernante venezolano enmarcó este asunto en las conflictivas relaciones que mantiene con el gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush.

A estos inconvenientes se suma el hecho de que Estados Unidos, según las autoridades venezolanas, no suministra en la medida necesaria repuestos para los 22 cazabombarderos F-16 que forman la espina dorsal de la defensa aérea de Venezuela.

La vicepresidenta del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, expresó la semana pasada a la Administración estadounidense la "discrepancia" y "malestar" del Ejecutivo español por su decisión.

Otro país que se ha visto afectado por el veto estadounidense ha sido Brasil, cuya empresa "Embraer" tenía previsto vender a Venezuela un lote de aviones de entrenamiento "Super Tucano".

Además de los aviones de CASA, el ministerio de Defensa de Venezuela también firmó un contrato el pasado año con los astilleros públicos españoles Navantia, para la construcción y compra de ocho patrulleras, de las que cuatro son para vigilancia de la zona económica exclusiva y otras cuatro, guardacostas.

La venta de las patrulleras no ha planteado ningún problema, ya que éstas no incorporan tecnología estadounidense.

Los contratos con CASA y Navantia, por un valor total de 1.700 millones de euros (unos 2.000 millones de dólares), fueron firmados el pasado 28 de noviembre en una ceremonia oficial en Caracas, que contó con la presencia del presidente Chávez y del ministro español de Defensa, José Bono.

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