Los
paramilitares aprovecharon el ingreso de la hija en su auto para
sorprenderla y obligarla a entrar a su vivienda, donde apuntaron con
armas a los presentes (Sonia Torres, su hija, sus nietos, la novia de
un nieto y una empleada).
Desde hace varios días las Abuelas de Plaza de Mayo venían
sufriendo constantes amenazas, según denunciaron las abuelas de Mar del
Plata.
Uno de los atacantes se dirigió a la abuela Sonia Torres,
le apuntó con un arma a la cabeza y ejecutó simulacros de fusilamiento,
para posteriormente agredirla.
Este 24 de marzo se cumplen 30 años del más sangriento golpe militar que padeció la Argentina en toda su historia.
@DIN,
16 de marzo de 2006 - Sonia Torres, presidenta de la filial cordobesa
de Abuelas de Plaza de Mayo, fue golpeada salvajemente por
paramilitares, luego que desde hace varios días la organización que busca a
los bebés robados durante la dictadura sufriera constantes amenazas.
Las voces que se escuchan en las amenazas -fueron grabadas por las
Abuelas y aquí @DIN ofrece una copia de esas grabaciones- son
típicamente militares.
El ataque del grupo paramilitar se produjo aproximadamente a las
22.30 del lunes 13, cuando la dirigente, de 77 años, se encontraba en
el domicilio de su hija Gisel, ubicado en la calle Lorenzo Vinter al
8.000, barrio San José, Córdoba, adonde había acudido luego de
participar en encuentros preparatorios de los actos de repudio al
terrorismo de Estado. Este 24 de marzo se cumplen 30 años del más
sangriento golpe militar que padeció la Argentina en toda su historia.
Los paramilitares aprovecharon el ingreso de la hija en su auto
para sorprenderla y obligarla a entrar a su vivienda, donde apuntaron
con armas a los presentes (Sonia Torres, su hija, sus nietos, la novia
de un nieto y una empleada).
Según relató la dirigente, los agresores tenían entre 25 y 30 años
y uno de ellos era superior en contextura y altura a sus dos cómplices.
Ya en el interior de la casa, "el más corpulento de los tres se dirigió
a ella y, apuntándole con un arma, le ordenó que se levantara" de la
mesa del comedor, donde se había ubicado.
Ante la negativa, el hombre percutió dos veces el revólver en su
sien, para luego arrastrarla hacia el baño, donde fue salvajemente
golpeada con la culata de un arma en el lado superior izquierdo de la
cabeza y en la nuca. Un segundo sujeto también le pegó.
"¡Salgan de acá porque en cinco minutos toda la Policía los va a
estar buscando!", espetó el paramilitar a Sonia Torres, según narró más
tarde. "Uno de ellos me dijo 'levantate, levantate' a lo que yo les
respondí que no me iba a levantar", recordó. Los golpes le significaron
varios puntos de sutura y 48 horas de reposo indicados por el servicio
de emergencia que llamaron, cuando los sujetos se retiraron, sin decir
una palabra más, por la puerta que habían dejado cronometradamente
abierta.
La abogada de la organización, María Teresa Sánchez, denunció que
uno de los atacantes se dirigió a la abuela Sonia Torres, le apuntó con
un arma a la cabeza y ejecutó simulacros de fusilamiento, para
posteriormente agredirla. Por eso la organización realizó una denuncia
ante la Justicia Federal.
El hecho de Villa Rivera Indarte, por sus características, "se
trató de una intimidación clara", dijeron representantes de organismos
de Derechos Humanos en una conferencia de prensa. La Abuela Sonia
Torres no participó de la rueda de prensa por recomendación médica,
según se informó. "Todavía está algo mareada, recibió varios culatazos,
está asistida médicamente y se le ha recomendado reposo por 48 horas",
señalaron familiares de Sonia Torres.
Constantes amenazas
"Abuelas Mar del Plata
informa a todo el pueblo que, a pesar de las denuncias radicadas el
pasado 13 de marzo ante el Juzgado Federal Nº 1 de Mar del Plata,
Secretaría nº 2 a cargo del Juez Castellanos, durante la conferencia de
prensa que dimos en el transcurso de esta mañana, han llegado nuevas y
aún más graves amenazas contra nuestra integridad física", denunció
ayer por la tarde esta asociación. Las voces telefónicas, amenazando de
muerte, condenando a las Abuelas "a morir quemadas en la hoguera" y
acusándolas de ser "madres de terroristas, abuelas de terroristas,
parientes de terroristas", son típicamente militares.
Estas amenazas venían profiriéndose desde hace varios días, y
responden, según analistas, a la ofensiva de una logia militar, que
también impulsara recientemente la incursión de Cecilia Pando, la
esposa de un mayor del ejército, quien interrumpió públicamente un
discurso del Presidente.
La abogada Sánchez había explicado que tres individuos armados y
a cara descubierta ingresaron abruptamente a la casa de la hija de
Sonia, poco después del mediodía y que "uno de ellos, el más
corpulento, se dirigió directamente a ella, le ordenó se levantara de
su silla".
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