viernes, enero 13, 2006

Dirigentes de la UNT fijan posición acerca del viaducto Caracas – La Guaira

Orlando Chirino y Stalin Pérez Borges, Coordinadores nacionales de la Unión Nacional de Trabajadores UNT, fijan posición ante la situación que se vive con el colapso del Viaducto 1, por considerar que se debe escuchar la opinión de los trabajadores. En reuniones sostenida con funcionarios del gobierno ya hemos expresado nuestras opiniones. He aquí nuestras consideraciones:
Hace un par de semanas todos los venezolanos vimos llegar el fin del histórico viaducto después de un nuevo e importante movimiento de tierras de 25 cm. Con la fractura ocurrida en el arco del puente, que repercutió en la estructura y el asfalto superior, comenzó la inutilización de este camino clave para el tránsito entre las dos ciudades, y los lugares intermedios y entre Venezuela y el resto de los países del mundo.
Ante este hecho que tanto afecta a parte de la población y sus ubicaciones laborales o familiares, a la vida social y económica de esta zona del país, rápidamente la oposición en todas sus variantes, salió a condenar al gobierno de Chávez, culpándolo del problema. Desde allí, utilizan la ruptura del viaducto para explicar que el proceso revolucionario que vive el país no va más, que el gobierno no solucionan los problemas y que se regala la plata del petróleo en el exterior en lugar de atender nuestros asuntos.
La voz de la oposición no puede menos que causarnos indignación. Ellos han sido responsables directos de haber llevado a Venezuela a una situación de miseria; de haber regalado nuestro petróleo a los Estados Unidos; de haber destrozado ramas enteras de la producción. Pero, ahora intentan aparecer preocupados por los problemas de la población. Nosotros tenemos memoria. Nos oponemos a que estos políticos corruptos, que entregaron nuestro país con la gente adentro cuando fueron gobierno, quieran utilizar ahora el fin del viaducto como parte de su campaña.
Sin embargo, al margen de estos sinvergüenzas de profesión, es evidente que hubo un mal tratamiento a las condiciones del viaducto. Ese mal tratamiento no es un problema de nuestro proceso revolucionario, sino de muchos de los funcionarios de máxima jerarquía del gobierno nacional y de los estados afectados, que sabiendo las condiciones en la que se encontraba el viaducto, poco y nada hicieron para evitar un final abrupto, sin salidas rápidas y serias para miles de compatriotas que se ven afectados.
Hace años que esta situación se podía prever, se pudo haber reforzado el viaducto si era posible desde el punto de vista de la situación de la tierra, o tal vez lo mejor, se hubiera podido comenzar hace tiempo, la construcción de un nuevo camino alternativo, sin esperar a que todo termine de repente sin soluciones al alcance de todos. En estas cosas se ve el rol nefasto de la burocracia estatal, de los funcionarios ineficientes que utilizan sus cargos para mejorar su ubicación en lugar de estar pendientes de las necesidades de la revolución y su gente. No hubo previsión ni plan estratégico sobre el tema, y hoy lo pagamos todos, en primer lugar, como siempre, los trabajadores y pobres de la zona.
En esta situación igualmente creemos necesario y por eso le exigimos la gobierno nacional tomar medidas rápidas para que el cierre del viaducto afecte lo menos posible la actividad económico – social de las ciudades afectadas y la vida de sus pobladores. Para eso el gobierno tendría que motorizar medidas urgentes como los es del subsidio de la gasolina para los transportistas.
En primer lugar garantizar un sistema de transporte en buenas condiciones por la carretera vieja, con precios máximos fijados por el estado de poco valor, para no hacer peor todavía la situación de la gente. No puede ser que se les cobre a los trabajadores hasta 30.000 bolívares por un viaje, cuando eso es más de lo que ganan muchos en un día de trabajo. Precios accesibles en el transporte y medidas contra los abusadores, sean buses, taxis o motos que se aprovechan de las necesidades para directamente robarle al bolsillo del pueblo, ofreciendo servicios que llegan hasta los 100 mil o 200 mil bolívares por llegar a Caracas o a La Guaira. Profundizar la revolución también es terminar con esa práctica capitalista, de hacer negocio con las necesidades ajenas.
En segundo lugar declarar la prohibición de suspensiones, despidos o descuentos a los trabajadores por faltar o llegar tarde a sus labores. Ya hay casos de nuevos desocupados fruto de una situación que no es su responsabilidad. Hace falta un decreto o ley urgente que prohíba estos atropellos con fuertes sanciones a los empresarios o funcionarios estatales que perjudiquen a los trabajadores, que ya bastante sufren con los bajos salarios que ganan y con las horas eternas para llegar a su trabajo.
En tercer lugar la ubicación inmediata en casas populares de todas las familias afectadas, que han tenido que abandonar sus hogares como en el Barrio Nueva Esparta. No se puede tener a la gente amontonada semanas, como si fuera ganado. Los funcionarios nacionales y municipales tienen que garantizar urgente la entrega de viviendas, seguido de un subsidio temporal a quienes perdieron sus trabajos por la situación.
En cuarto lugar el no cobro de impuestos a todos los pequeños comerciantes o productores afectados, que tiene sus mercaderías varadas, o que tardan días en trasladarlas con las pérdidas que eso ocasiona. Este sector tiene que tener si es necesario un subsidio estatal para afrontar las pérdidas.
Y en quinto lugar está en marcha un plan de construcción de una nueva carretera y una via alternativa. Revisión inmediata de tiempos y costos para que se esté terminada lo antes posible, poniendo a disposición mas dinero y la contratación de mas cantidad de trabajadores para acelerar su construcción.
Creemos que con estas medidas se podría lograr que al menos no sea una vez mas el pueblo pobre quien pague los costos de la inoperancia e irresponsabilidad de los funcionarios estatales.

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