viernes, enero 13, 2006

EEUU a través de la Propiedad Intelectual quiere imponer Ley del Embudo en la compra de los aviones

El Gobierno americano niega a España la licencia para vender a Venezuela aviones de fabricación española pero que incluyen tecnología americana en los motores y en la aviónica, los sistemas de guía, detección y protección del aparato. La empresa CASA-EADS es quien realiza la venta de 12 aparatos (dos de patrulla marina y 10 de transporte) por valor de 500 millones de euros-el contrato fue firmado ya en Caracas en presencia del presidente Chávez y de José Bono, ministro español de Defensa. Con arreglo a los protocolos de venta de materiales o equipos militares sometidos a derechos de patente o a restricciones por razones de seguridad, la transferencia a terceros debe contar con el plácet de la fuente pero no es el caso que nos ocupa.

Venezuela es un país democrático que no está en guerra con nadie y que mantiene relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, país en el que por cierto las Fuerzas Armadas de esta República siempre habían comprado todas sus armas. En este sentido los datos son muy reveladores, en los últimos nueve años, Venezuela ha comprado armamento en los Estados Unidos por valor de 1.769 millones de dólares. Por otra parte, resulta que el nervio de su fuerza aérea de combate reposa en 21 cazas F-16 norteamericanos adquiridos en 1983.

El año pasado, ya con Hugo Chávez en la presidencia del Gobierno, Caracas gastó algo más de 24 millones de dólares en material antidisturbios. Quiere pues decirse que aunque al señor Bush le cae tan mal Chávez como a Chávez Bush, el negocio es el negocio. Y ahí es donde el veto a las empresas españolas adquiere un sentido que no es de recibo. Chávez es un populista que ha sido elegido democráticamente. Con menos papeletas 'mariposa' dudosas, por cierto, que las que auparon a Georges Bush a la Casa Blanca en su primer mandato. Su política es demagógica y su alianza con Cuba irrita al Departamento de Estado, pero Washington debería recordar qué papel jugó su Embajada en Caracas cuando la patronal venezolana le organizó un golpe de Estado a Chávez.

Volviendo al asunto principal: la negativa a conceder la licencia para vender los aviones, habría que recordar que España es aliada de los EEUU, que pertenecemos a la OTAN y que Washington tiene aquí en Rota una de las bases militares más importantes y estratégicas de cuantas tiene repartidas por el mundo. Que no hayan superado el cabreo por la retirada de nuestras tropas de Irak, pase, pero que pretendan quedarse para ellos solitos el suculento negocio de la venta legal de armas entre países soberanos y oficialmente amigos, es un abuso. Es la ley del embudo.
 

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