Caracas, 30 Ene. ABN (Hernán Mena Cifuentes ).- Poco antes de concluir en Caracas el VI Foro Social Mundial, la mujer, ese ser único, de cuyas entrañas surge entre ayes, dolor y sangre el milagro de la vida, se rebeló en nombre de las madres del planeta y en medio de la pena e indignación que le aflige, condenó al moderno César, George W. Bush, y al Imperio que dirige, por la muerte de miles de hijos e hijas, víctimas de las guerras y otros crímenes de lesa humanidad perpetrados por los EEUU en países como Irak, Afganistán y Cuba.
El histórico veredicto lo dictó una Corte Internacional, integrada por destacadas personalidades femeninas, seleccionadas entre asistentes al evento que congregó a idealistas procedentes de los cinco continentes, quienes en la víspera del cierre del FSM, escucharon testimonios y observaron pruebas gráficas presentadas por madres, esposas y otros familiares de las victimas de la agresión desatada por el gobierno de Bush Jr. y sus “halcones”.
La condena se dio mientras se debatían otros centenares de propuestas incluidas en la vasta gama de asuntos que conformaron los ejes temáticos del encuentro. relacionados con la búsqueda de soluciones a la problemática económica, política y social que afecta a las grandes mayorías del planeta, como deuda externa, contaminación ambiental, salud, educación, defensa de los derechos humanos, de recursos naturales y la integración entre otros tópicos tratados durante los seis días que duró el evento.
El Foro Social Mundial, es una alternativa de justicia y equidad, que se viene celebrando en la misma fecha que el Foro Económico de Davos, el cual reune anualmente a los representantes del Imperio y del resto de los países más ricos del planeta para preservar el dominio de los poderosos sobre los débiles, y que debatieron con gran preocupación esta semana, la situación en! Irak, e l potencial desarrollo económico de China y la India; el programa nuclear iraní y el triunfo electoral de Hamas en Palestina.
La condena impuesta por el Tribunal Internacional femenino en el seno del VI FSM, no es la primera sanción que se dicta contra “El Nerón del Siglo XXI “ y su corte de pro cónsules y legionarios, los “halcones” que le asesoran y secundan en la ejecución del plan orientado a la conquista del planeta, conocido como el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, o “ Project for a New American Century“, considerado como la más diabólica conspiración jamás lanzada por nación alguna contra la humanidad.
Fue también en Caracas, y hace apenas poco más de cuatro meses, que durante la celebración del XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes reunido en agosto de 2005 en la capital venezolana, el Tribunal Popular Internacional Antiimperialista encontró culpables a George W. Bush y los EEUU, de cometer crímenes contra la humanidad y de agresión a los pueblos del mundo, bajo el manto de la impunidad.
Sentados simbólicamente en el banquillo de los acusados, el Imperio y su cabecilla, escucharon las imputaciones que le hizo el Fiscal y las declaraciones de testigos y mas tarde, tras las deliberaciones del jurado entre quienes figuraba el vicepresidente José Vicente Rangel y la abogada Eva Golinger, la sentencia, que fue aplaudida por los miles de jóvenes que acudieron a la cita procedentes de 144 países de los cinco continentes.
Se les condenó por agresiones, invasiones, ocupaciones, en América Latina, el Caribe y el resto del planeta; por la comisión de sabotajes, atentados terroristas, magnicidios, genocidios, apropiación ilegal de recursos naturales, agresión a la biodiversidad y desestabilización de gobiernos democráticos, y otros crímenes de lesa humanidad, casi todos ellos similares a los cometidos por otros mandatarios yanquis que precedieron a Bush al frente del Imperio en el siglo XX.
Ante el estrado desfilaron decenas de test! igos cub anos, haitianos, iraquíes, mexicanos, angoleños, argelinos, colombianos, guatemaltecos, nicaragüenses, chilenos, panameños, brasileños, bolivianos, hombres y mujeres de naciones que vieron morir, o que extrajeron de la memoria colectiva de sus pueblos, el recuerdo de aquellos que se alzaron en armas y murieron como mártires traicionados por sumisos dictadores y oligarquías cómplices al servicio del Imperio.
En aquella ocasión, fueron los jóvenes los que sentenciaron a Bush y al Imperio, ahora son las mujeres, quienes los condenaron, en nombre de las madres, que padecen como solo ellas pueden sentirlo, el dolor que las hiere al conocer la muerte del fruto de sus entrañas, el ser al que dedicó su vida por entero, desde el momento de traerlo al mundo, que lo amamantó y le enseñó a dar los primeros pasos y las primeras letras, a quien vistió y alimentó y envió a la escuela, al liceo o a la universidad.
No importa que se trate de un soldado yanqui, de un combatiente iraquí o afgano, o de un mercenario latinoamericano o caribeño, contratado para ser usado como “carne de cañón” a cambio de un “puñado de dólares”. No importa. Los culpables de su muerte son el Imperio, el César y sus “halcones”, cobardes y ambiciosos que lanzan guerras desde el lujoso salón oval de la Casa Blanca y de un seguro y cómodo despacho del Pentágono en Washington.
Yanqui, era Casey, el soldado, hijo de Cindy Sheehan, valiente madre convertida hoy en símbolo de la resistencia antibélica del pueblo estadounidense, quien dejando a un lado el dolor por la pérdida del ser querido caído en Irak, se sublevó contra la fuerza y el poder del asesino que lo envió a morir, al igual que a los más de 3.000 de sus compañeros de armas, que hasta hoy han muerto en Irak y Afganistán, antihéroes ajenos al honor y la gloria reservados a quienes mueren por una causa justa.
Cindy montó su tienda frente al lujoso rancho donde el César y cowboy disfruta de sus vacaciones, y aquel gesto que en principio fue l! a protes ta solitaria de una madre despreciada e ignorada por el Emperador que se negó a recibirla para escuchar sus quejas, tuvo eco en el pueblo estadounidense que acudió a su lado en concentración masiva de otras madres y padres, que como ella, perdieron a sus hijos en la guerra, y que luego le acompañaron en multitudinarias marchas de protesta hasta sitiar la Casa Blanca.
A su llegada a Venezuela para participar en el VI FSM, con su discurso de repudio a la guerra, Cindy fue recibida con aplausos y ovaciones por los miles de asistentes al evento y su testimonio contribuyó como una prueba mas, en el juicio entablado contra Bush Jr. y el Imperio, ganándose también la admiración y el respeto del Presidente venezolano, quien elogió su valiente posición como madre y mujer que exige el retiro de las tropas yanquis de Irak y Afganistán.
Otro testimonio aportado en el juicio fue el de Irma González, hija de los cinco héroes antiterroristas cubanos, preso desde hace siete años en los EEUU, a quien no ve desde ese tiempo ya que las autoridades estadounidenses le niegan la visa para entrar al país del Norte. “Se trata, -denunció- de una violación de los derechos humanos todos los días”.
Rami Masi, miembro de la organización “Libertad de Mujeres en Irak, exhibió ante los presentes en el juicio, el documental “En la Ola de la Tormenta del Desierto”, testimonio cruel y crudo que muestra algunas de las atrocidades cometidas por los ocupantes yanquis en su país, y especialmente contra las mujeres iraquíes y sus hijos. En el film, un menor tiene en sus manos un letrero en el que exhibe como tétrico “Parte de Guerra”, el siguiente saldo: “600.000” los niños y niñas muertos en Irak.”
Por su parte, la colombiana Lilia Solano, candidata al Senado, denunció al Plan Colombia y al Plan Patriota, proyectos intervencionistas mal disimulados del Imperio yanqui, bajo cuya acción mueren casi a diario, decenas de compatriotas suyos, por lo que afirmó que se trata de un “terrorismo de Estado”. !
Elma Beatriz Rosado, esposa de Filiberto Ojeda Ríos, el mítico luchador y mártir puertorriqueño, asesinado por agentes del FBI, es otra de las mujeres cuya voz llegó hasta el Tribunal Internacional Femenino del VI FSM, para denunciar ese crimen de lesa humanidad cometido por los esbirros del Imperio al servicio de Bush Jr., narrando pormenores de la cacería humana que culminó con la muerte de Filiberto hace 4 meses a manos de un francotirador, y que murió desangrado porque los agentes impidieron que fuera llevado a un hospital.
Ya Chávez, mucho antes que Cindy, Irma, Rami, Lilia y Beatriz, había denunciado ante el mundo, los primeros asesinatos de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, al mostrar fotografías de madres con niños muertos en sus brazos, víctimas de las bombas “inteligentes” y acusar de otros crímenes al Imperio y al César, como el fracasado golpe de Estado contra su gobierno y más tarde, el de Haití que culminó con el secuestro y exilio obligado de Jean-Bertrand Aristide, legítimo Presidente de la patria de Petion,.
A pocas horas de concluir el histórico evento de Caracas, y en presencia de unos 15 mil foristas que le escuchaban, el Jefe del Estado venezolano acusó una vez más al actual gobierno de los Estados Unidos de ser “el Imperio más perverso, asesino, genocida e inmoral que este planeta haya conocido, y a George W. Bush, como “el terrorista más grande del mundo, quien mientras habla de derechos civiles, tortura y desaparece gente en las cárceles de la CIA en Europa y en otras partes del mundo.”
De allí la importancia y el “valor agregado” que las palabras de Chávez suman al peso de la condena dictada en Caracas por las mujeres del planeta contra Bush Jr. y su Imperio, como resultado la reiterativa denuncia que él hace de esos y otros crímenes en cada foro, cumbre y cualquier otro escenario donde le toca intervenir, tal como lo hizo en el VI FSM, evento, una de cuyas metas, es el fin de las guerras para que las madres de ese “mundo posible”! , la uto pía que persigue, no tengan que llorar jamás la muerte absurda de sus hijos.
martes, enero 31, 2006
FSM: Tribunal Internacional femenino condenó al Imperialismo y a Bush
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