lunes, diciembre 19, 2005

Izquierda chilena marca el rumbo a Bachelet

Santiago de Chile, 17 dic (PL) Un conjunto de demandas sociales de comunistas y otras fuerzas de izquierda, permitió a la oficialista Michelle Bachellet retomar la iniciativa y poner en aprietos a la derecha opositora en la semana que termina.

En medio de una guerra de descalificaciones, donde la presión de la campaña la hizo cometer importantes errores, el reto le abrió el camino para ganar el crucial apoyo de ese sector y de paso descolocar a su rival en uno de los temas más sensible de la contienda.

A pedido de la candidata, el gobierno anunció el viernes el envío al Congreso de un proyecto de ley para terminar con el sistema electoral binominal, una de los principales demandas de los comunistas para conceder su apoyo en la segunda vuelta electoral.

Con la propuesta Bachelet hizo un "guiño" a la izquierda, al tiempo que pasa la "papa caliente" a la derecha opositora -dividida en este tema- sin cuyo respaldo en el parlamento no podría avanzar la iniciativa, que requiere tres quintos de los votos para ser aprobada.

El sistema electoral binominal, impuesto por el ex dictador Augusto Pinochet en 1989, ha permitido a la derecha, con un 35 por ciento de votos, compartir el poder político con los denominados Partidos por la Democracia, a costa de la marginación de la izquierda.

La iniciativa del Ejecutivo busca exacerbar las diferencias entre los dos partidos que integran la Alianza Opositora, tomando en cuenta que Renovación Nacional (RN) puede apoyarla, pero la Unión Demócrata Independiente (UDI) es muy probable que la rechace.

Apostando claramente a que el sector más ultra de la derecha lograría imponer su veto en el debate interno, La Moneda y los asesores de Bachelet tratarían de mostrar con ello la presunta "ingobernabilidad" de una administración presidida por Sebastián Piñera.

"Piñera ha manifestado su vocación de cambiar el sistema binominal. Espero que ahora lo haga, a pesar de que tendrá que solucionarlo con la UDI", afirmó el senador Andrés Zaldívar, jefe del Comité Político de la campaña de Bachelet.

El presidente Ricardo Lagos, de recorrido por la VIII Región, se encargó ayer de reforzar el mensaje al exhortar a ambos candidatos a tomar partido en este tema, que tiende a dominar la primera parte de la campaña por la segunda vuelta presidencial.

"Espero que ahora podamos avanzar en esto y que los candidatos digan con claridad al país si las coaliciones que ellos representan votan a favor o en contra de cambiar el sistema binominal", afirmó Lagos con la mira puesta en Piñera.

Tratando de evadir "la trampa" el aspirante opositor se mostró abierto a la discusión, pero advirtió al gobierno que "no se deje llevar por la tentación de instrumentar una contienda política para sacar ventajas".

También los senadores Alberto Espina (RN) y Andrés Chadwick (UDI) denunciaron la iniciativa como "una maniobra desesperada de intervención electoral de La Moneda" y subrayaron que el gobierno no puede prestarse "a satisfacer acuerdos de Bachelet con los comunistas".

La movida de la candidata oficialista recuerda una experiencia similar cuando en 1999 el ex ministro del Interior, José Miguel Insulza, llevó a la derecha a rechazar propuestas de reformas laborales, que terminó con la derrota de Joaquín Lavín.

Mientras tanto, los presidentes de los partidos Comunista (PC), Guillermo Teillier, y de la Izquierda Cristiana (IZ), Manuel Jacques, dejaron claro ayer que la medida anunciada por Ejecutivo no es suficiente para ganar su apoyo en la segunda vuelta.

"Nosotros hemos dado un plazo y lo que responda Michelle Bachelet a esto será determinante para la actitud que adopten los chilenos en la segunda vuelta", recalcó Teillier.

Jacques, en tanto, sentenció que "el público compromiso con la candidata oficialista respecto a estas demandas será determinante para definir el voto de la izquierda y sectores progresistas el 15 de enero próximo".

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