La Paz, 22 ene (PL) El mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, y el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, fueron los más aplaudidos por el pueblo boliviano, al llegar a la ceremonia de toma de posesión del presidente Evo Morales.
Los miles de ciudadanos congregados en la Plaza Murillo, frente al escenario de la transmisión del mando, aclamaron a Chávez y vivaron a Cuba, con particular entusiasmo, tal vez por las afinidades entre su nuevo gobernante y esos países.
En su discurso de inauguración del mandato presidencial, Morales destacó los acuerdos preliminares de colaboración que como presidente electo concertó con Cuba y Venezuela.
Apuntó que el apoyo de esos y otros países como desmentido a quienes auguraban el aislamiento de Bolivia bajo un gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).
En la plaza, los aplausos fueron intensos para Chávez y Lage, quienes encabezaron las delegaciones de sus países a la transmisión del mando.
El vicepresidente cubano se acercó a la población a agradecer las muestras de aprecio y estrechar manos de quienes vivaban también al presidente Fidel Castro, quien goza de gran afecto y solidaridad en Bolivia.
En menor medida, el hospitalario pueblo paceño dispensó también afecto a los demás gobernantes llegados para el acontecimiento, inclusive al chileno Ricardo Lagos, pese a las diferencias históricas entre los dos países que el nuevo gobierno se propone superar.
A tiempo de aplaudir a Lagos, el público coreaba "queremos mar", expresando la demanda nacional boliviana a Chile de una salida soberana al mar, como reparación histórica por la conquista chilena de las costas de Bolivia en el siglo XIX.
También hubo palmas para el presidente de Perú, Alejandro Toledo, quien en su propio país goza de escasas simpatías, pues las encuestas le acreditan el índice de reprobación más alto de América Latina.
Entusiasmado por los aplausos, Toledo se animó a romper el protocolo y, antes de entrar al Congreso para participar en la solemne ceremonia, se acercó al público a saludar.
La proverbial cordialidad alcanzó también, para los demás presidentes invitados, como los de Argentina, Néstor Kirchner; Brasil, Luiz Inacio Lula de Silva; Colombia, Alvaro Uribe; entre otros.
A quienes no les fue muy bien en la plaza fue a ex gobernantes y representantes de los partidos tradicionales, abucheados por la multitud, en particular el socialdemócrata Jaime Paz Zamora y el periodista e historiador, Carlos Mesa.
Más fuerte fue sin duda el repudio a Paz Zamora, calificado a gritos de "vende-patria" y "corrupto" y que intentó una defensa que solamente logró exacerbar aún más los ánimos de la ciudadanía.
El ex gobernante fue mencionado por el presidente Evo Morales como uno de los responsables de que Bolivia ocupe el segundo lugar mundial en materia de corrupción, según una encuesta internacional.
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