jueves, marzo 16, 2006

Bachelet encabeza despedida de barco donde se torturó a chilenos

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La presidenta chilena saluda en Valparaíso a la tripulación del buque escuela Esmeralda
Foto: Reuters
Santiago, 14 de marzo. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, encabezó hoy el acto oficial en la despedida del buque escuela Esmeralda, objeto de un escándalo desde que la armada admitió en 2004 que en la nave se mantuvo a detenidos y se torturó a izquierdistas tras el golpe militar pinochetista del 11 de septiembre de 1973.

Desde el estallido de la controversia ésta es la primera vez que un gobernante aborda el buque, que el próximo domingo comienza un nuevo crucero anual de instrucción, y aprovechó para destacar que la marina ha hecho gestos en materia de derechos humanos y dijo confiar en que se seguirá avanzando en ese sentido en los próximos años.

Instó a los tripulantes a vestir con "orgullo" el uniforme en los lugares que visiten por ser "embajadores" de un país que está cambiando, una nación que hoy progresa en paz y por ser representantes del presente y el futuro de Chile. "Somos una democracia que se ha consolidado institucionalmente", subrayó.

La ceremonia ocurre en momentos en que la armada busca un acto de desagravio ante quienes sufrieron prisión y tormentos en la fragata Esmeralda. Los ex presos reclaman un acto de perdón y que se den todos los informes sobre los sucesos, que la marina afirma ya se entregaron

También estuvieron presentes la ministra de Defensa, la socialista Vivianne Blanlot; el canciller democristiano Alejandro Foxley; el comandante de la armada, almirante Rodolfo Codina, y la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría.

En ese contexto, Blanlot comentó que hay voluntad del gobierno y la armada para concretar la ceremonia de desagravio, pero reconoció que primero se deben aunar voluntades de la forma en que podría hacerse y poder satisfacer a todas las partes.

La gobernadora de la provincia de Cautín, Solange Chesta, proveniente de las filas de la derecha y a escasas horas de haber asumido funciones designada por la presidenta Bachelet, se convirtió en la primera renunciante este martes al verse envuelta en acusaciones que la vinculan con actos de la dictadura de Augusto Pinochet.

Chesta, quien dejó en manos de las autoridades la aceptación o no de su dimisión, afirmó que en la investigación que al respecto comenzó el Ministerio del Interior quedará demostrada su inocencia.

Agregó la ex funcionaria que nada hay que la relacione con atentados o violaciones a los derechos humanos.

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