miércoles, abril 05, 2006

Cientos de desertores del ejército estadounidense buscan asilo en Canadá

30-03-2006 / Argenpress / Más de 400 desertores de las fuerzas armadas de Estados Unidos
cruzaron la frontera norte del país y tratan de conseguir en Canadá el
status de refugiado político, tras negarse a combatir en Irak.

En declaraciones a medios noticiosos, Jeffry House, abogado de Toronto
que representa a muchos de esos militares, consideró que la inmensa
mayoría clasifican para recibir asilo, según las pautas de Naciones
Unidas.

Desde que comenzó la invasión a Irak en marzo de 2003, unos nueve mil
militares norteamericanos abandonaron las filas.

Entre quienes esperan recibir asilo político en Canadá se encuentra
Ryan Johnson, un californiano de 22 años, cuya unidad fue enviada a
Irak en 2005.

Johnson cruzó la frontera en junio último, tras negarse a ser
desplegado en el país árabe.

'Yo conversé con muchos soldados que estuvieron en Irak, y me hablaron
sobre las personas inocentes que mueren y de los bombardeos a barrios
civiles', expresó el ex militar a la prensa, al argumentar las razones
por las que dijo adiós al Ejército.

Otro refugiado, Jeremy Hinzman, de 26 años, abandonó por motivos
similares la 82 División Aerotransportada, una de las unidades élites
más empleadas por Washington en el escenario iraquí.

Desde abril de 2004 el joven batalla por la categoría de refugiado,
tras declarase objetor de conciencia.

'Sólo porque usted firme un contrato eso no significa que abdique de
la moral humana', dijo recientemente Hinzman al diario británico News
Telegrah.

El militar añadió que 'si usted sabe que la orden es injusta, es su
deber desobedecerla'.

Hinzman habló con la prensa desde su nuevo hogar en Toronto y expresó
su temor de ser considerado un 'sedicioso'. Sin embargo, dejó su
mensaje a otros soldados que tuviesen preocupaciones morales respecto
a la guerra en Irak.

'Ellos necesitan hacer lo que piensen es correcto. Si eso significa
venir a Canadá, sigan su conciencia', enfatizó.

Uno que secundó su ejemplo fue Brandon Hughey, de 18 años, quien dejó
atrás su destacamento la noche antes de que fuera movilizado desde
Fort Hood, Texas, al Medio Oriente. Ahora vive en la ciudad de Saint
Catharines, en Ontario.

Las leyes canadienses prohíben la deportación de quien pueda estar en
riesgo de sufrir la pena de muerte.

La guerra en Irak ha vuelto a convertir a Canadá en refugio para los
jóvenes norteamericanos que se oponen a participar en el conflicto.

Durante la intervención en Vietnam entre 50.000 y 60.000
estadounidenses cruzaron la frontera canadiense, la mayoría de ellos
para evadir el llamado a servir en las fuerzas armadas.

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